TU MISMO TU PEOR ENEMIGO


Muchas veces el principal obstáculo que nos impide conseguir nuestros objetivos somos nosotros mismos. Cuando se nos presenta un reto, nosotros mismos nos ponemos barreras para evitar enfrentarnos a ello, o nos “autoengañamos” inventando excusas en caso de un posible fracaso.  



Este comportamiento en el cual nos convertimos en nuestro peor enemigo, es muy común y se conoce como auto-sabotaje y no es fruto del azar, sino que tiene como objetivo proteger nuestra autoestima y nuestra imagen de cara a los demás.


“La mayoría de obstáculos que encontramos en nuestro camino a la felicidad son imaginarios. Los creamos nosotros; es decir, son nuestros miedos. Y ¿sabes por qué las personas nos creamos nuestros propios obstáculos? Porque nos da miedo llegar a los lugares que hemos soñado. Cumplir un sueño siempre da miedo, porque estamos acostumbrados a lidiar con las dificultades, pero no a recibir regalos de la vida" El laberinto de la felicidad de Alex Rovira y Francesc Mirall


Seguramente tú también lo hayas experimentado en multitud de ocasiones:

·         Cuando el día antes de aquel examen tan difícil que acabaste suspendiendo te surgieron de la nada un montón de compromisos que te impidieron preparártelo bien.
·         Cuando tus amigos te invitaron a hacer con ellos esa actividad que tanto miedo o vergüenza te daba, y tu justamente “estabas cansado”, “estabas muy liado” o “en ese momento no te apetecía”
·         Cuando te auto-convenciste de que esa decisión, que de haberla tomado hubiese transformado por completo tu vida a mejor, no era tan buena idea como parecía, porque en el fondo “tampoco estás tan mal” y un cambio tan brusco hubiese sido “difícil de digerir para tu familia y colegas”
¿Te sientes identificado con algunas de estas situaciones? Porque yo sí ...



El auto-sabotaje es un fenómeno muy común que acaba con miles de proyectos, sueños y metas. De hecho, me atrevería a decir que la mayoría de personas fracasan en muchos de sus proyectos no por falta de conocimientos, sino porque son incapaces de superar sus propias barreras psicológicas.



Y es que, para tener éxito, primero tienes que quitarte a “ese enemigo” de tu propio camino.



¿Cómo dejo de “auto-sabotear” mis planes?

El primer paso es reconocer que muchas veces somos nosotros mismos los que hemos saboteado nuestros proyectos, ahora bien, es necesario un plan de acción para que nos ayude a reconducir esta situación.




1. Reconócelo.

Para saber si te estás auto-saboteando, identifica aquellas metas que quieres alcanzar pero que no terminan de avanzar. Analiza los obstáculos que te están impidiendo progresar y contéstate a estas preguntas :

ü ¿Has creado tú esos obstáculos?

ü ¿Son esos obstáculos reales?

ü ¿Realmente te están frenando, o son sólo excusas?

Presta especial atención a aquellos proyectos que supongan un reto a salir de tu zona de confort, y a aquellos que pongan en juego tu autoestima y la imagen que tienen de ti los demás.

2. Pide ayuda a alguien de confianza
Todos necesitamos ayuda de vez en cuando, especialmente si nos estamos enfrentando a un proyecto complicado, y tener a alguien que nos apoye cuando empecemos con los “no voy a ser capaz de hacer esto” y los “a lo mejor no era tan buena idea” puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Si yo soy mi propio enemigo, necesito aliados externos para vencerme.


3. Menos es más
Cuanto más grande y complicado te parezca alcanzar un objetivo, más lo pospondrás inconscientemente para protegerte ante un posible fracaso. Lo mejor que puedes hacer en este caso es dividir el objetivo en pequeñas metas más asequibles e irlos completándolas una a una.

4. Planificar
Por último, ten un plan. Descompón tu objetivo en pasos concretos y márcate una fecha límite realista para completar cada uno de ellos. Esto te ayudará a organizarte y pasar a la acción, y hará que tus intenciones pasen del plano abstracto al plano real.
Tus decisiones son las que marcarán tu vida a partir de hoy. ¿Quién va a decidir en tu vida? ¿Tú o los demás? Sé un poco egoísta contigo mismo y aléjate del qué dirán. Tu vida es tuya, y tú decidirás cómo vivirla.
Sé natural, intenta progresar, comete errores, aprende y vive tal y como eres. Libérate de todo aquello que te dicen, que te bloquea y te paraliza.
Sé libre de todo ello y camina. Nunca te permitas ser tu propio enemigo. Y recuerda… ¡vive en positivo! 😊

Comentarios

  1. Hola conozco alguien muy muy cercano mío, que tiene este problema.Pero lo que más impotencia me da es que lo sabe,siente,pero todavía no lo reconoce .Osea no está preparado..?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Alejandra.

      Si la persona lo sabe y lo siente, el siguiente paso será reconocerlo, y una cosa es que uno mismo lo reconozca y otra que pueda expresarlo, por miedo temor o verguenza de poner en juego su autoestima o de la imagen que tiene ante los demás. En estos casos, si es alguien cercano, puedes hablar con el o ella para ayudarle a salir de esa zona de conforfot. Mucha ánimo, y gracias por comentar :)

      Eliminar
  2. Muy cierto tú articulo. Me recuerda mucho a esta etapa en mi vida en que muchas veces procrastino y luego todo va a peor...Me ha encantado poder leer esto y reflexionar.

    Y en general en el Blog me transmite mucha energia positiva. !

    ResponderEliminar
  3. Hola Rafi, hoy conocí tu blog y la verdad que me ha sorprendido mucho en positivo, da gusto ver como hay gente que dedica su tiempo libre al desarrollo personal en vez de a otras actividades mas "fáciles" como desconectar viendo la tele.

    ¿yo mismo mi peor enemigo? desde luego, muy acertado el articulo. Desde mi punto de vista y desde la perspectiva en la que últimamente me estoy sumergiendo, la Gestalt, una de las claves para romper con esta destructiva pero común practica es mirar dentro y hacer consciente de qué parte de ti es la que está dirigiendo ese auto-boicot.

    En muchas ocasiones veras que será tu parte mas tímida, la mas miedosa, o la que un día aprendió que eso, o algo parecido, no debía intentar hacerse ya que una vez no pudo y ya no quiere cree que es mejor volver a intentarlo, para como tu muy bien dices, salvaguardar la imagen y la autoestima. Y lo triste es ver como hoy, seguimos trayendo al presente, ese yo anterior, ese niño que un día no pudo, sin ni siquiera intentarlo. Me viene a la cabeza ahora el cuento del elefante encadenado, el cuál aprendió de pequeño, tras cansarse de tirar de la cuerda atada a la estaca, que no podía escapar, y aún hoy, pudiéndolo romper con facilidad, a la mínima resistencia no sigue intentándolo, porque cree que no puede.

    Seguiré leyendo tu blog Rafi¡

    se

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La ansiedad generalizada: consecuencias y recomendaciones

¿PARA QUÉ SIRVE EL ARREPENTIMIENTO?

La fábula de las dos ranas