PERDER PARA GANAR

Parece que cuando vemos a alguien que ha triunfado y alcanzado el éxito, no recordamos que para llegar hasta ese lugar ha cometido fallos, superado obstáculos y afrontado dificultades a base de mucho esfuerzo.

Decía Thomas Edison:

"No he fracasado, tan sólo he averiguado 999 maneras de cómo no se hace una bombilla y he descubierto un modo de crearla". 





En mi opinión, vivimos en un mundo que solamente glorifica el éxito y la superación personal, pero parece que nos olvidamos pronto que todo triunfo está precedido de inumerables errores y de algún que otro fracaso.

Para poder triunfar es necesario escuchar los errores que hemos cometido, ya que son  pistas que nos indican la dirección por la que no hay que pasar, ayudan a aprender y rectificar, además, nos bajan los humos y nos recuerdan que no somos dioses infalibles sino humanos de carne y hueso.

Pero lo que más me gusta, es que aceptar los errores significa evitar el victimismo y el sufrimiento añadido que éste supone. No se trata de resignarme o que tengo que obligarme a que guste una situación, pero enfadarme y maldecir el mundo no cambiará las cosas. Por tanto, no queda otra que reparar el error y prevenir el fallo futuro. 





En momentos de fracaso es muy importante recordar que todos tenemos una tremenda capacidad de adaptarnos positivamente cuando las cosas no salen de la forma que nos gustaría que fuesen.


/////Esta capacidad se llama RESILIENCIA. ///////



Y es que para ser resiliente se ha de aprender a prepararse para las recaídas y para cuando las cosas no salen.


Un estudio conducido por Peveri y Anolli (2008) ha demostrado que la fórmula para el manejo de los errores es:

gestión emocional + interpretación positiva + relaciones positivas.




Para ello es importante recordar que es necesario:


- Regular las emociones. En especial tolerar la frustración y manejar la culpa y la vergüenza. Su interiorización comienza en la infancia. Ante el error preguntarnos ¿qué ha ocurrido? ¿cuál es mi parte en todo esto? ¿puedo mejorar la situación?


- Responsabilidad. Significa la capacidad de dar respuesta, pero también supone la opción de ser compasivo con uno mismo y con los demás.


- Interpretar las situaciones con una connotación positiva. Ver el lado bueno de las cosas. Es el factor que más que ningún otro favorece la adaptación y la gestión de situaciones difíciles. Más que las características personales como la autoestima, el optimismo, la autoeficacia y la percepción de control.



¡Ahora te toca a ti!



¿Conocías el término “resiliencia”? ¿Has tenido alguna vez una época en la que todo te salía mal? ¿Qué fue lo que te hizo entrar en ese estado y cómo lograste superarlo?

¡Cuéntanoslo en los comentarios!

















Comentarios

  1. Hola. Qué buen artículo. Ha sido coincidencia o es el momento de aprender a desarrollar el grado de residencia o conocimiento con el que todo ser humano tiene como lo que somos, nacemos con cierto grado pero dejamos de desarrollarlo y así me ha pasado, que me debilité y sufro.
    Este artículo me ha venido bien para ponerme manos a la obra y mejorar mi autoestima y mis fortalezas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Camelia. Me alegro de que te haya hecho reflexionar, y como bien dices, ponerte manos a la obra para aprender de los errores y hacerte más fuerte :)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La ansiedad generalizada: consecuencias y recomendaciones

¿PARA QUÉ SIRVE EL ARREPENTIMIENTO?

La fábula de las dos ranas