Desconectar para conectar
Las consecuencias de permanecer todo el día conectado y a disposición de todo y de todos son muchas: sensación de haber acabado el día con más tareas pendientes de las que tenías al empezar, falta de desconexión del trabajo, ansiedad por no llegar a todo ni a todos, falta de respeto por los horarios de descanso, sobre información y saturación.
Crear pequeños espacios a lo largo del día sin tecnología y disfrutar de esos momentos.
"Empecemos por apagar el móvil al subir al coche en pequeños trayectos, durante el desayuno, comida y la cena. Son pequeños gestos que te aseguro nos harán más felices. Es una desintoxicación necesaria. DESCONECTAR para RE-CONECTAR."
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